Es bueno preguntarnos honestamente…
1) ¿Con qué frecuencia me enojo o me resiento?
2) ¿Con qué frecuencia culpo a los demás o a las circunstancias de mi rencor?
3) ¿Cómo me siento cuando permito a mi negatividad envenenarme?
No temamos hacer frente a la posibilidad de que nuestra energía negativa esté ahogando muchas veces nuestra energía más luminosa.
Un pequeño ejercicio de conciencia para pararnos y reconsiderar nuestro accionar…
Por la mañana, sirvámonos un vaso de agua pura…hagamos de cuenta que este vaso de agua representa el estado de nuestra alma en la primera media hora del día.
Visualicemos la negatividad como no existente en este momento.
Nos bebemos el agua…ya que un vaso de agua al despertar es un eficaz purificador.
Ahora nos vamos a nuestra rutina diaria.
Por la noche, nos servimos otro vaso de agua.Este vaso de agua representa la condición de nuestra alma al final del día, ahora hagámonos estas tres preguntas:
1) ¿Cuánto veneno permití en mi vaso (alma) hoy?
2) Ya que el agua representa el alma…¿cómo se ve mi alma ahora?
3) ¿El agua sigue siendo clara y pura, o de color gris o turbia, o negra a causa de toda la negatividad que en el día emití?
Respondanos a estas preguntas con honestidad. Cualquier negatividad que nos hayamos permitido en el día considerémosla una gota de veneno.
Si nos permitimos un montón de negatividad …tendríamos un vaso (alma) lleno de veneno.
Ahora…
1)¿Nos beberíamos nuestra agua de buena gana y con avidez? Si la respuesta es sí, entonces..bebámosla.
2) ¿Daríamos de beber de esa agua a alguien a quien amamos? Si la respuesta es sí, entonces la bebemos en su nombre.
3) ¿Desearíamos tirar el agua envenenada y empezar de nuevo mañana? Si la respuesta es sí, entonces usémosla para otro fín…y hagamos un esfuerzo más consciente de no contaminarnos más a nosotros mismos ni a los que nos rodean.
Estas tres últimas preguntas nos hacen concientes de lo que nuestra alma alberga, lo que no le ha permitido crecer en este día y lo que nos proponemos eliminar desde ese momento. Nos recuerdan lo que fuimos en un principio,lo que seguimos siendo...mas habiendo permitido emociones tóxicas, y cómo esto afecta a los demás a nuestro alrededor.
Por desgracia, en el momento en que lleguemos a hacer las últimas tres preguntas, si han sido negativas, o sea, si nos hemos alejado de lo que quisiéramos ser, entonces ya hemos contaminado nuestros cuerpos y a los que más queremos, pero podemos empezar de nuevo mañana …haciendo este pequeño ejecicio conciente…hasta que nos sintamos felices de beber de esa agua.
Muchos tal vez piensen que no necesiten éstos recordatorios…pero les aseguro que éste tipo de discernimiento ha servido a muchas personas…cada vez que se encuentran frente a un vaso de agua, a hacerse más consciente acerca de la contaminación negativa que en el apuro diario ( que es inconciencia) nos permitimos.
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